Soy hombre de ciudad, de barrio, de calle: los tranvías lejanos me ayudan la tristeza con esa queja larga que sueltan en las tardes.
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viernes, 23 de noviembre de 2012
PAYASO
Una vez cuando niño soñé ser
payaso, trabajar en un circo, y al
compás de la banda repartir
alegría.
Le pregunté a mi madre si tal vez
yo podría convertirme en payaso.
"¿Ser payaso?", me dijo, "Eso
suena muy simple, pero no es cosa
fácil. Hace falta talento, tener
mucha ternura, y afrontar la
aventura de viajar por el mundo.
olvidar las penurias que te causa
la vida.
Al pintarte la cara para salir a
escena, disimula tus penas aunque
sean muy dolidas. Si estás triste y
sonríes, llenarás de alegría al que
tanto te admira. Alegrarás los
niños, cosecharás aplausos; ya
después en las noches, solo en tu
carromato, pensarás que no es fácil
convertirse en payaso.
ya lo ves, hijo mio, él da todo por
nada, y hasta lleva en la cara la
sonrisa pintada".
Osvaldo A Salandin.
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